Todos conocemos a alguien "naturalmente delgado", aquella persona que come todo lo que se le antoja: papas, galletas, helados, chocolates, pasteles, etc. Y que nada más no engorda.
Si tu eres de los que batalla con mantener un peso sano seguro lo envidias y piensas que tiene el mejor metabolismo y que se sacó la lotería de la genética ¿no?
El peso corporal de una persona se debe a varios factores: ambientales, culturales, genéticos y de estilo de vida por lo que es incorrecto decir que una persona es delgada solamente por herencia. En realidad, esa persona es delgada por algo más que sólo sus genes: sus hábitos.
Las personas "naturalmente delgadas" comparten ciertos hábitos que las ayudan a mantener un peso saludable. La buena noticia es que tú puedes adoptar esos hábitos y formar parte de ese grupo de personas "naturalmente delgadas".
1. Saben identificar cuando tienen hambre y cuando están satisfechos.
Comen solo cuando tienen hambre y si no tienen hambre no comen. No son de los que comen por compromiso, rutina, horario o costumbre (como muchas otras personas). La gente "naturalmente delgada" deja de comer cuando está satisfecha, no cuando se acaba la comida del plato o cuando dejan de comer los demás.
La gente "naturalmente delgada" es la típica que disfruta lo que come y deja comida en el plato porque ya comió lo suficiente y no necesita más.
2. Comen por satisfacer sus necesidades de energía, nutrimentos y por disfrutar sus alimentos.
No comen por ansiedad, tristeza, depresión, enojo, estrés, alegría o como recompensa (o premio).
3. No categorizan a los alimentos como "buenos" o "malos" ni como "alimentos de dieta" o "alimentos gordos".
Saben escuchar a su cuerpo y con base en eso eligen que comer: Igual se les puede antojar un plato de fruta que un pastel de chocolate y eso los ayuda a moderarse al comer, a llevar una alimentación bastante equilibrada y a no sentirse mal cuando comen alimentos no tan saludables. Esto es lo que los ayuda a disfrutar lo que comen y a no ver todo como "blanco" o "negro" y a no vivir en un círculo vicioso de "dieta-enflacar" y "disfrutar-engordar".
4. Comen porciones pequeñas
Sí, comen de todo: botanas, postres y dulces pero en porciones adecuadas.
5. Saben diferenciar cuando tienen hambre y cuando solo tienen antojo.
Si tienen hambre comen y si tienen antojo comen. No se restringen pero consumen porciones adecuadas e identifican la cantidad de alimento que necesitan para satisfacer ese antojo y no comen en exceso.
Estudios han demostrado que las personas que se restringen demasiado tienden a tener atracones después, cosa que evita que puedan mantener un peso sano.
6. Comen lento.
Comen lento y mastican bien sus alimentos, lo cual evita que coman en exceso y les permite identificar cuando ya están satisfechos y deben dejar de comer.
Referencia:
EUFIC. Los Factores determinantes de la elección de alimentos.
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