martes, 30 de septiembre de 2014

6 hábitos que puedes adoptar de las personas "naturalmente delgadas"

Todos conocemos a alguien "naturalmente delgado", aquella persona que come todo lo que se le antoja: papas, galletas, helados, chocolates, pasteles, etc. Y que nada más no engorda.

Si tu eres de los que batalla con mantener un peso sano seguro lo envidias y piensas que tiene el mejor metabolismo y que se sacó la lotería de la genética ¿no?


El peso corporal de una persona se debe a varios factores: ambientales, culturales, genéticos y de estilo de vida por lo que es incorrecto decir que una persona es delgada solamente por herencia. En realidad, esa persona es delgada por algo más que sólo sus genes: sus hábitos.

Las personas "naturalmente delgadas" comparten ciertos hábitos que las ayudan a mantener un peso saludable. La buena noticia es que tú puedes adoptar esos hábitos y formar parte de ese grupo de personas "naturalmente delgadas".


1. Saben identificar cuando tienen hambre y cuando están satisfechos.

Comen solo cuando tienen hambre y si no tienen hambre no comen. No son de los que comen por compromiso, rutina, horario o costumbre (como muchas otras personas). La gente "naturalmente delgada" deja de comer cuando está satisfecha, no cuando se acaba la comida del plato o cuando dejan de comer los demás.

La gente "naturalmente delgada" es la típica que disfruta lo que come y deja comida en el plato porque ya comió lo suficiente y no necesita más.

2. Comen por satisfacer sus necesidades de energía, nutrimentos y por disfrutar sus alimentos.

No comen por ansiedad, tristeza, depresión, enojo, estrés, alegría o como recompensa (o premio).

3. No categorizan a los alimentos como "buenos" o "malos" ni como "alimentos de dieta" o "alimentos gordos".

Saben escuchar a su cuerpo y con base en eso eligen que comer: Igual se les puede antojar un plato de fruta que un pastel de chocolate y eso los ayuda a moderarse al comer, a llevar una alimentación bastante equilibrada y a no sentirse mal cuando comen alimentos no tan saludables. Esto es lo que los ayuda a disfrutar lo que comen y a no ver todo como "blanco" o "negro" y a no vivir en un círculo vicioso de "dieta-enflacar" y "disfrutar-engordar".

4. Comen porciones pequeñas

Sí, comen de todo: botanas, postres y dulces pero en porciones adecuadas.

5. Saben diferenciar cuando tienen hambre y cuando solo tienen antojo.

Si tienen hambre comen y si tienen antojo comen. No se restringen pero consumen porciones adecuadas e identifican la cantidad de alimento que necesitan para satisfacer ese antojo y no comen en exceso.
Estudios han demostrado que las personas que se restringen demasiado tienden a tener atracones después, cosa que evita que puedan mantener un peso sano.

6. Comen lento.

Comen lento y mastican bien sus alimentos, lo cual evita que coman en exceso y les permite identificar cuando ya están satisfechos y deben dejar de comer.

Referencia:

EUFIC. Los Factores determinantes de la elección de alimentos.

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